20.12.11

Como un fantasma inerte y sin sentimientos caminaba hacia el.
-¿Como te va?
Esperaba que le fuera jodidamente bien, pero lo vio casi etéreo. Aguantó la respiración y escuchó sus palabras: -Podría decirte que me va genial, pero no lo voy a hacer. Estar día y noche pensando en quien será la próxima, me hace estremecerme más que cuando se me congelaban los huesos pensando en ti, y la estúpida hipótesis de vivir la vida, me la está quitando. Necesito tus sucios consejos.

No estaba para escuchar esas palabras, por que ellas no son las que luego sienten la caida. Y ella sentía que era mas el hambre, que su sed. Se giró y se largó. Por el camino su "sucio consejo" le sugería explotar: No quiero que me grites, ni que te enfurezcas, y mucho menos que rompas a llorar, pero solo puedo decirte que tienes esa cara de "cariño, nací para romperte el corazon" . Así, normal.

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